El conocer los efectos que tiene en una persona el sufrir experiencias adversas en la niñez, me hace pensar la importancia de realizar prevenciones a la mayor cantidad de niños y adolescentes, para que no normalicen cualquier acto indebido por un adulto, que no es normal el ser tocados, mirados o besados. De esta forma cuidaran su cuerpo y podrán entablar confianza con sus tutores cuando se sientan inseguros.
Es importante que los padres y docentes entiendan que sus actitudes pueden ocasionar heridas en los niños, el minimizar sus sentimientos, no creerlos, puede hacer que disminuyan su autoestima generando un riesgo en su vida social.
Debemos iniciar con nuestra familia, las personas que queremos y ahora sabemos cómo cuidarlas para que puedan cuidarse y tener confianza en que seremos un apoyo en cualquier momento.