Me parece muy valioso lo que compartió Estela, porque resalta la importancia de un estilo educativo asertivo, basado en la escucha y el afecto, que es la base de la prevención. También coincido con Judith, especialmente cuando menciona que el silencio favorece al agresor. Hablar del tema con naturalidad y sin miedo no solo protege, sino que también transmite seguridad y confianza a los hijos.