Los padres deben saber primero qué están aprendiendo sus hijos en la escuela. Esto les ayuda a estar informados y también les ayuda a tener conversaciones activas con sus hijos sobre cómo estar seguros. Los padres están en primera línea de batalla y equiparlos les ayuda a equipar a su comunidad. También les permite convertirse en espacios seguros a los que sus hijos pueden acudir si alguna vez surge un problema.