Tener 5 sesiones permite que:
1. El niño esté más familiarizado con el cuidado de su cuerpo
2. El niño sepa qué hacer cuando se encuentre en una situación de riesgo de abuso sexual.
3. El niño identifique a un adulto de confianza a quien pueda acudir cuando no se sienta cómo con una persona y su actitud hacia él.
Las cinco sesiones reafirman en el niño los 4 pasos que se le ha enseñado para prevenir un abuso sexual. El niño aprende a identificar más facilmente una sitiación de riesgo de abuso sexual, sin que necesariamente se le diga que es abuso sexual.