En primer lugar, si los adultos no comprenden la envergadura del significado de abuso sexual y minimizan actos que son abuso sexual, estarían contribuyendo a normalizando el abuso sexual en sus distintas expresiones. En segundo lugar, no basta con la comprensión del abuso sexual y sus consecuencias; es decir, este conocimiento no debe quedarse en las estructuras cognitivas, se debe actuar a la luz de esas comprensiones.
En tercer lugar, las consecuencias del abuso sexual son devastadoras. La ansiedad, depresión, baja autoestima, estrés son tan perjudiciales que incapacitan a las personas que lo padecen. Frente a ello, el adulto debe tener muy claro estos dos significados para actuar como un verdadero agente de prevención de este mal; así como intervenir pertinente y oportunamente. Los niños esperan y necesitan ser protegidos y apoyados por los adultos. En específico, los padres, maestros en las escuelas pueden ayudar por la cercanía que tienen con ellos. En general, los adultos necesitan ser entrenados, equipados y sensibilizados para asumir un rol activo y proactivo en favor de la niñez y adolescencia y abonar al establecimiento de una cultura de prevención con educación.
