Al invertir tiempo en enseñar a otros adultos ayudamos a que los niños puedan tener una muy clara definición acerca del conocimiento de su cuerpo y así identificar sus partes privadas y protegerlas.
Al enseñar a los padres estos pueden promover la prevención desde las 5 sesiones que ayudan a los niños a identificar riesgos, conocer sus derechos y saber cómo actuar ante el.
Es muy importante conocer qué piensan ellos y que aprendan a expresar lo que sienten, establecer límites y reconocer toques no apropiados. Estos pasos nos enseñan que es importante crear vínculos de confianza donde los niños puedan sentirse seguros al momento de presenciar cualquier situación inapropiada y acercarse a sus padres, líderes o maestros.