Hacer que los niños sean protagonistas de su propio cuidado les permite empoderarse en el ejercicio de sus derechos como personas de valor, reconocer e identificar sus emociones y como actual en consecuencia para recurrir a la ayuda de personas de confianza empezando con sus padres. La prevención mediante la información permite alcanzar la meta de tolerancia cero ante el abuso sexual de menores.