Respuesta 1: Varias sesiones permiten generar un espacio seguro donde los niños se sienten en confianza para hablar, expresar dudas y aprender a identificar situaciones inapropiadas.
Respuesta 2: A lo largo de las sesiones, los niños adquieren herramientas y lenguaje para reconocer límites personales, decir “no” y buscar ayuda sin miedo ni vergüenza.
Respuesta 3: La repetición y continuidad en el trabajo con niños permite que la prevención del abuso no sea un mensaje aislado, sino parte de una cultura de respeto, cuidado y protección mutua.