1. El cerebro en la adolescencia todavía se está formando, sobre todo la parte que nos ayuda a pensar bien las cosas.
Por eso, es más fácil que alguien los engañe o manipule.
2. A esa edad uno busca sentirse aceptado y querido, y eso puede hacer que caigan en situaciones peligrosas. Alguien puede aprovecharse de eso para explotarlos.
3. Pasar por una experiencia así puede dañar mucho la mente y las emociones.
Puede afectar la forma en que se ven a sí mismos y cómo se relacionan en el futuro.