1.Facilitar una mejor comprensión, por parte de los niños, de los cuatro pasos para protegerse del abuso infantil.
2.Promover un trabajo más lúdico e interactivo con los niños, tomándonos el tiempo necesario para crear un ambiente de confianza y aprendizaje entre las familias, los niños y los facilitadores.
3.Evitar que los niños se sientan agobiados por la cantidad de información, ya que es importante recalcar varios puntos. Si se aborda todo en una sola sesión o en pocas sesiones, los niños podrían fatigarse, perder la atención y no darle a los temas la importancia que merecen.