Es necesario que los adultos comprendan que el abuso sexual y las consecuencias que dejan en los niños y adolescentes, son catastróficas para su crecimiento y desenvolvimiento personal, para continuar en el desarrollo como una persona digna sin la vulneravilidad de sus derechos.
Dado que se convierte en una barrera para el desarrollo auténtico en su vida humana, a la cual todos estamos llamados como hijos de Dios.