Porque la trata de personas no es un mito ni una exageración. Es una cruel realidad que lamentablemente ha hecho que millones de personas pierdan su libertad, sus derechos y sus esperanzas. Ser conscientes de esta situación es el primer paso para combatirla.
Al informarnos y sensibilizarnos, podemos ayudar a concientizar a quienes nos rodean, especialmente a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.