Me lleva a pensar cuantos niños están sufriendo ahora estas situaciones, seguramente en lugares donde parece que nada malo sucede, pero estudiando todos estos estos temas me desafía a estar alerta. La cotidianeidad y aún la ignorancia hace que muchas veces no prestemos atención a las alarmas se que encienden delante nuestro y no reaccionamos. De aquí en adelante existe un compromiso, y sobre todo saber que se pueden cambiar historias, porque de verdad creo que si PODEMOS hacer algo.