Un ambiente para el desarrollo sexual sano, tiene que tener siempre un enfoque positivo. Todo el tiempo tanto adultos como niños, hacen ejercicio de su sexualidad.
No hay sexualidad sucia y desagradable, nuestra sexualidad tiene un propósito y es parte del diseño de Dios para nuestras vidas.
Siempre es importante mostrar la verdad, favorecer la autonomía en los niños y ser enseñable. Asi mismo tener en claro los 3 conceptos básicos: integridad, respeto y diferenciación de sexos.