El espacio entre cada sesión y el poder dosificar la información a los niños conforme a sus edades, es importante ya que permite a su cerebro procesar y asimilar la información conforme a sus realidades de vida y ritmo de aprendizaje. Cada niño debe ser capaz de poder obtener el mayor beneficio en cada sesión y poner en práctica lo aprendido sin que esto les genere desgaste o les agobie.