Efectivamente en casa con los padres se aprende la educación sexual, desgraciadamente la realidad es que por la situación económica, o más bien por el materialismo los padres se ven obligados a trabajar en ocasiones ambos y los niños se ven más influenciados por sus cuidadores que no siempre son familia, deberían existir políticas que preparen en primer lugar a los futuros padres desde el casamiento y en segundo que den un seguimiento desde las instituciones de salud sobre la situación psicológica de los pacientes a manera de prevención o detección de situaciones de riesgo, en lugar de apoyar solo cuando ya ocurrió alguna situación.