Es fundamental que los adultos cercanos a niños y adolescentes comprendan qué es el abuso sexual y sus consecuencias porque desempeñan un papel clave en la protección y el bienestar de los menores.
Un adulto informado puede identificar señales de abuso sexual, ya sea a través de cambios en el comportamiento, en la actitud o en el estado emocional de los niños. La intervención temprana puede prevenir daños mayores y detener al abusador.
Entender qué constituye el abuso sexual permite a los adultos establecer entornos seguros para los menores, educarlos sobre sus derechos y fomentar relaciones de confianza en las que los niños se sientan seguros de compartir experiencias difíciles.
La educación y comprensión sobre el abuso sexual permiten a los adultos prevenir situaciones de riesgo. Al estar informados, pueden reconocer conductas inapropiadas y establecer límites claros que protejan a los menores.