a. ¿Por qué es necesario comprender que el consumo de pornografía está cerca del desarrollo de la sexualidad de toda la familia?
Porque en el seno de la mayoría de las familias existe carencia de una enseñanza de sana sexualidad, pero en cambio la pornografía está cerca y al fácil alcance de los adolescentes, para quienes es la forma más común de educación sexual, la cual lamentablemente distorsiona los beneficios del sexo y el desarrollo de la sexualidad, enseñando que la violencia, la degradación y la humillación son los aspectos centrales del sexo.
b. ¿Cómo puede dañar el consumo de pornografía a un niño, adolescente o adulto?
Puede evidenciar:
– Actitudes que apoyan el acoso sexual y violencia a mujeres
– Creencias en “los mitos de la violación” que justifica o defienden ese delito.
– Bajo rendimiento académico
– Comportamientos agresivos en aumento
– Ansiedad, depresión, baja auto-estima y pérdida de relaciones íntimas.
– Desórdenes alimenticios y participación en comportamiento auto-lesivos.
– Participación en actividades sexuales precoz y riesgosas
– Cultivo de una imagen negativa de su cuerpo y auto-cosificar.
– Abuso de las drogas y el alcohol
– Involucramiento en “sextear” y ser víctima del abuso sexual.
Entre otros daños más que afectan el sano desarrollo de su sexualidad.
c. ¿Cómo deben reaccionar los padres al saber que sus hijos consumen o han consumido pornografía?
Al saber que un hijo ha consumido pornografía, los padres deben reaccionar:
1) Con calma: considerando las necesidades, las emociones y la presión de grupo detrás del consumo; con respeto; tornando esta experiencia hacia el aprendizaje y hacia la resolución.
2) Con inteligencia: escuchándolo primero; tomar tiempo para calmarse e informarse; responsabilizándose por los cuidados no ofrecidos a tiempo pero sin culparse, apenarse o avergonzarse por eso. Asumiendo que es tiempo de aprendizaje, acompañamiento en la desintoxicación del hijo afectado.
