Es de suma importancia porque permite primero brindar a los niños una educación sobre lo que es el abuso sexual, cómo identificar situaciones de riesgo y puedan protegerse, cada niño debe comprender sus derechos y aprender a identificar, expresar sus sentimientos y preocupaciones de manera segura, está enseñanza se realiza a través de imágenes, videos, cuentos, juegos, una interacción activa, con estímulos positivos que potencien su aprendizaje. Otro punto crucial y de ayuda es empoderar a los niños fortaleciendo a través de herramientas para reconocer situaciones inapropiadas y establecer límites. Aprenden a decir “no” y a buscar ayuda si se sienten incómodos crea un ambiente seguro y de confianza, los adultos pueden detectar señales de alerta y estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento de los niños. Y por último, hablar abiertamente con los niños sobre el tema, ayuda a reducir el riesgo,y promover una cultura de prevención y protección.