1) Impresiones:
1.- El abuso sexual de menores va más allá del contacto físico o de la violencia.
2.- El 75% de los agresores sexuales provienen del núcleo familiar sin importar su profesión, religión o parentesco (Esto es grotesco, se supone que la familia debería ser quien los protege y es quien tiene el porcentaje más elevado con respecto a quiénes son los agresores).
3.- Los problemas de identidad sexual, tan discutidos hoy día, están ligados al abuso sexual como una de sus consecuencias sexuales a corto/mediano plazo.
2) La importancia de la familia en la prevención contra el ASM es de suma relevancia debido a que ella es el blindaje o la contención para evitar que este delito suceda si se da una educación sexual apropiada y me atrevería a decir que basada en el diseño divino que el Señor propuso para nosotros desde la eternidad con valores y principios cristianos fortalecidos que permitan educar al NNA de forma apropiada para evitar que estos sean víctimas, o en su defecto, de detener el ASM ya cometido denunciando el hecho y apoyando al menor. Debemos, como padres establecer vínculos seguros y asertivos para evitar este delito y para que nuestros hijos se sientan en plena confianza de hablar, reconociendo, valorando sus palabras y sobre todo, haciéndoles sentir seguros y protegidos. Debemos ser el primer canal de comunicación, su puerto seguro, su refugio y el muro de contención con ayuda del Señor que resguarde su integridad física, emocional y espiritual.