Es una herramienta maravillosa está combinación, y sobre todo basándome en mi experiencia como docente es que en la mayoría de los casos los adolescentes no tienen confianza en sus padres, para que les orienten sin juzgar o condenar. Y ser empáticos con ellos y recordar que también sufri lo que ellos viven me permite ocuparme en hacerlo mejor cada día. Es necesario compartir éstos temas con ellos dándoles el tiempo necesario para internalizar la información. Yo lo haría por sesiones de diálogos abiertos.