La adolescencia es una etapa de cambios donde sin darnos cuenta se es muy vulnerable. Cuando se es adolescente el sistema límbico responde con más fuerza por su plasticidad, lo que ocasiona que, en esta etapa de la vida, seamos temperamentales, emocionales, susceptibles e incomprendidos.
Durante la adolescencia los jóvenes son presa fácil de personas inescrupulosas y depredadores sexuales que se aprovechan de su confianza, inexperiencia e ingenuidad, producto del desarrollo biológico.
Es necesario escuchar a los adolescentes, tenerles paciencia y prestarles atención para que no busquen información por caminos que no les convengan y luego se metan en situaciones que afecten su vida. A los jóvenes hay que sobrellevarlos porque un día nosotros también lo fuimos y nos tocó enfrentar momentos difíciles sin que nadie nos guiara. Por lo general los padres olvidan que un día fueron adolescentes y que tuvieron que “aprender a crecer”.